¿Sí o no a la LOMCE?

En la página web del ministerio de educación podemos encontrar a 

la nueva reforma educativa definida como:

• Un conjunto de medidas que mejora las condiciones para que todos los alumnos y alumnas puedan adquirir y expresar sus talentos y alcanzar su pleno desarrollo personal y profesional, como soporte de la igualdad de oportunidades.
• Un abordaje de los principales problemas detectados en el sistema educativo español, sobre resultados objetivos de las evaluaciones realizadas por organismos internacionales.
• Una mirada hacia los sistemas educativos de nuestro entorno, que sugiere la simplificación del currículo, el refuerzo de los conocimientos instrumentales, la flexibilidad de las trayectorias, el desarrollo de sistemas de evaluación externa censales y consistentes en el tiempo, la promoción de una mayor autonomía y especialización en los centros docentes, el incremento de la transparencia de los resultados y rendición de cuentas, y la cultura del esfuerzo.
• Una modificación de la LOE (Ley Orgánica de Educación) equilibrada, sostenible en el tiempo y consensuada a través de la participación de todos los sectores políticos, sociales y educativos.
• Un conjunto de medidas para que nuestro país se sitúe en el ámbito educativo internacional en la posición que le corresponde, se mejore la formación y preparación de nuestros estudiantes y podamos converger hacia los objetivos europeos en educación de la Estrategia Europa 2020.

Pero no para todos es así. Hemos visto en estos últimos meses como han surgido diversas contradicciones al rededor de dicha reforma, por un lado muchas personas consideran que siete reformas escolares en 35 años (LGE , LOECE, LODE, LOGSE, LOCE, LOE, LOMCE) convierten el sistema educativo español en un autentico caos, afectando tanto ha estudiantes como a profesores, pues no terminan de entender y aplicar bien una reforma para tener nuevamente que enfrentarse a otra.

Centrándonos en la actual polémica educativa, nos encontramos con la famosas revalidas, que consistirán en la ESO y Bachillerato , en una prueba obligatoria para poder conseguir la titulación en ambas que consistirá en unos exámenes con máximo de 350 preguntas, dividida en tres partes:

• La primeras de ellas incluirá un máximo de 200 preguntas de las cuatro materias generales de las asignaturas troncales.

• La segunda evaluará, a través de un máximo de 100 preguntas, las optativas.

• La tercera constará de un máximo de 50 preguntas sobre las específicas.

Además asignaturas como Educación para la Ciudadanía desaparece

en los cursos de 1º a 3º de la ESO, en todos los cursos de la educación primaria (EP) y la educación secundaria obligatoria (ESO) aparece una alternativa a la Religión, que en los cursos de EP se denomina Valores Culturales y Sociales, y en los cursos de ESO se denomina Valores Éticos. en 4º de la ESO aparece una optativa llamada Filosofía, que figura en un listado de diez optativas (cuya oferta dependerá de las comunidades autónomas y los centros

 educativos), de las que el alumnado debe cursar un mínimo de una

 y un máximo de tres, en 1º de Bachillerato se mantiene Filosofía

como materia obligatoria para las cuatro modalidades: Ciencias, Humanidades, Ciencias Sociales y Artes.