Deberes,
¿sí o no?
No
existe justificación para que un niño dedique tantas horas de su
tiempo tras la jornada escolar a realizar tareas, muchas veces
mecánicamente y que difícilmente fomentan competencias
como alguna de las recogidas en el Real Decreto 126/2014, de 28 de
febrero, por el que se establece el currículo básico de la
Educación Primaria:
4ª
Competencia. Aprender
a aprender.
Haciendo tareas repetitivas a diario el estudiante no aprende a
aprender, aprende en todo caso a mecanizar sus tareas.
5ª
Competencia. Competencias
sociales y cívicas.
El tiempo de convivencia familiar, con otros niños en el parque o en
otros espacios abiertos se reduce: Los niños pasan tardes y tardes
encerrados en su habitación. No pueden desarrollar competencias
sociales estando aislados.
6ª
Competencia. Sentido
de iniciativa y espíritu emprendedor.
Los deberes pautados, repetitivos y abusivos no fomentan el espíritu
emprendedor y la iniciativa. La iniciativa surge desde dentro de cada
niño o niña, por el propio descubrimiento personal, y para eso es
necesario tiempo libre e incluso tiempo de aburrimiento.
Finalizar el temario de los libros de texto y los ejercicios propuestos en ellos no deberían ser el principal objetivo académico, puesto que el número de horas lectivas para cumplirlos puede llegar a ser superior a las de que se dispone en un curso escolar. Al no haber tiempo lectivo para ello, las tareas se realizan en el hogar en perjuicio de los niños. Lo realmente importante debería ser enseñar mientras se respeta el ritmo de los niños, sus necesidades de juego y de descanso y su bienestar emocional.
Los
deberes abusivos provocan conflictos en las familias,
que ven en la conciliación de la vida laboral y familiar una utopía.
Las largas jornadas laborales se ven todavía más perjudicadas por
las tareas escolares abusivas, los padres no pueden compartir su
tiempo con sus hijos o lo comparten para ejercer de docentes.
Pero, ¿qué les enseñamos a los niños del trato y el respeto que merecen cuando los adultos imponen un exceso de poder sobre ellos privándoles de su tiempo libre y su necesidad de juego? Sobre todo en los niños de edades más tempranas.
Para nosotras, los deberes se han convertido en una intromisión de la escuela en el hogar, a veces llegan a ser tan excesivos y resultan irrespetuosos, no solo para ellos sino también para sus padres.
Poniéndonos en su lugar, a muchos padres les parece una falta de respeto tremenda que las empresas les hicieran trabajar el fin de semana. Sin embargo, estamos (mal)acostumbrados a considerar normal que los niños tengan que acabar en casa lo que no dio tiempo de terminar en el colegio, a que tengan que hacer deberes los fines de semana o las vacaciones, donde los privan de su merecido descanso por su anterior esfuerzo en la escuela y además, de sus tareas todos los días lectivos al acabar sus clases.
En nuestra opinión, el estudio en casa debería basarse en una lectura de repaso de lo aprendido anteriormente y de tareas no impuestas ni tan mecánicas, sino más bien prácticas que posibiliten la habilidad de expresión y comprensión.
En este enlace podrás informarte sobre la campaña que se está llevando a cabo por Eva Bailen a través de la página de peticiones www.change.org por el exceso de tarea en el hogar de los niños de nuestro país.
https://www.youtube.com/watch?v=sCsTirDBv7Y
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